jueves, 18 de marzo de 2010

Antes y después


Esta semana recibí una visita internacional en la empresa donde trabajo. En la presentación que preparamos, colocamos fotos del antes y después de varias áreas donde hemos hecho mejoras. Estaban sorprendidos por la cantidad de cambios. Buenos cambios. Al final, nos dijeron que les había gustado mucho esa forma de presentar los cambios: Un antes y un después. Veamos hoy lo que nos dice la Biblia (Gálatas 5) sobre el antes y después que debería haber en nuestra vida:


Antes:

Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos: No son fieles en el matrimonio, tienen relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos.Adoran a dioses falsos, practican la brujería y odian a los demás. Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten y causan divisiones. Son envidiosos, y hasta matan; se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas. Les advierto, como ya lo había hecho antes, que los que hacen esto no formarán parte del reino de Dios.

Después:

En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto. Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos.


Sugerencia del día: Pídele un cambio en tu historia al que pudo partir la historia de la humanidad en dos: Antes y Después de Cristo. Solo El puede cambiar tu historia.



miércoles, 17 de marzo de 2010

Desorden en casa


—¡Saquen esto de aquí! ¿Cómo se atreven a convertir la casa de mi Padre en un mercado? Juan 2:16


Mi hermana descubrió algo. Se indispone cuando no ha podido invertir el suficiente tiempo para arreglar su casa y dejarla impecable. Aunque para los demás parece ordenada, ella sabe que la cosa no está bien. Anda molesta. Solo hasta que las cosas quedan realmente limpias vuelve a estar alegre. Uhmmm. Interesante.


Nos permite entender el pasaje de hoy de Juan 2. Jesús llega a Jerusalén y va a al templo. ¡Qué desastre! Vendedores por doquier. Usureros por todas partes. Avaricia. Codicia. Corrupción. Deshonestidad. Con razón se enojó. Dijo que la casa de Su padre la habíamos convertido en un mercado. Qué mal.


Volcó las mesas, derribó los estantes, regó por el suelo las monedas y echó a todos los invasores del templo. Qué lección...
Nuestros cuerpos son ahora Su templo. El vive dentro de nosotros. Pero hoy nos dice que está harto. Hay mucha suciedad. Hay mucho desorden. Estúpidos hábitos destructivos. Infames costumbres del mundo. Mercantilismo de nuestro cuerpo. Prioridades equivocadas.


Tal vez tu mal caracter, se deba al desorden que hay en tu vida. Una arregladita no te caería mal. ¿Qué tal un tiempo a solas en oración con El para ser francos y hablar sobre todo eso? ¿Qué tal pedirle que venga a quitar todo lo que está contaminando Su casa, Yo?

Sugerencia del día:

Ayuda hacer un listado. Llévale tu lista. Luego de orar rómpela. El es experto en limpieza profunda.

viernes, 12 de marzo de 2010

Eres Su hijo


Juan 1: 12 dice: Mas a cuantos lo recibieron (hablando de Jesús), a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.


Muchos pasan la vida sintiéndose huérfanos. Otros sienten que hubo un error en los padres que tuvieron... hay preguntas sin respuesta, hay vacío, no hay salida.
La buena noticia es que según el verso de hoy la biblia nos dice que hay una forma de ser hijos de Dios. ¿Cómo? ¿acaso no que todos somos hijos de Dios? La respuesta es no. Todos somos Sus criaturas, El nos creó con amor. Pero luego, hay una condición: recibir a Jesús en nuestro corazón creyendo que Su sacrificio en la cruz fue la forma perfecta de un Dios santo (para ser más exactos, tres veces Santo) para perdonar nuestras muchas fallas y transgresiones en contra de Sus mandamientos.

El Padre nos ama. Pero es demasiado Santo como para ignorar nuestra mucha maldad. ¿Qué hacer? Enviar un sustituto que pagara por nuestra maldad. ¿El sustituto? Su propio hijo. ¿El resultado? Su sacrificio fue aceptado por Dios y en señal de ello, El mismo lo revivió por su precioso Espíritu.

¿Cuál es mi parte ahora? Aceptar el regalo. Aceptar Su justicia. Aceptar que por lo que El hizo, el jurado celestial ya no dice ¡Culpable!. Dice: Esta persona era culpable, pero aceptó al Sustituto que Dios envió. Ahora es ¡Perdonado! ¡Justificado! ¡Redimido! ¡Salvado!.

¿Qué dice Dios cuando aceptas a Su sustituto? Ya no eres solo una criatura. Eres mucho más que eso: ¡eres mi hijo! ¡Bienvenido! ¡Te esperé por mucho tiempo! ¡Déjame darte un abrazo!


Sugerencia del día:
Si quieres aceptarlo, puedes decirle: "Señor Jesús, entra a mi vida. Gracias por pagar mi deuda (bastante alta por cierto). Papá Dios, gracias por enviar a tu hijo, qué gran muestra de amor. Ahora soy tu hijo y tú, mi padre. Te amo"

lunes, 8 de marzo de 2010


DIA DE LA MUJER


Proverbios 21:30 dice: "Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza"


Me apasiona estudiar la biblia. Tengo varias traducciones. Tengo biblias para niños. Tengo biblias de estudio. Tengo una biblia en inglés. Y tengo una biblia para mujeres...


Cuando me la regalaron me preguntaba si era una traducción feminista o algo así.

Pero cuando la abrí, descubrí estudios muy interesantes sobre el rol de la mujer en la Biblia.

Me sorprendí. Los ejemplos abundan. Aunque buenos y malos.


Hay un caso interesante. Dos mujeres. Una misma pregunta. Permítanme contarles. La primera es Esther. Una huérfana exiliada (deportada de Israel a Babilonia). La presencia de Dios era tan evidente en esta mujer, que el Rey no tardó en enamorarse de ella. En alguna parte de la historia, un perverso antisemita quiere matar a los judíos. Ester invita al Rey a un banquete preparado para interceder por su pueblo. El Rey le pregunta "¿Qué quieres? aún la mitad del reino te la daré". ¿Qué pide Ester? Que el decreto de matanza de su pueblo sea anulado. ¿El resultado? Todo un pueblo es liberado del holocausto.


Casi 2000 años después se vuelve a escuchar la misma pregunta. Esta vez, el Rey del momento está con su amante (dicho sea de paso, era la esposa de su hermano). El rey quiere distracción para sus inmorales ojos y pide que la hija de su amante baile para él y sus ministros. La muchacha baila. Los ojos del Rey bailan. El Rey le pregunta: "¿Qué quieres? aún la mitad del reino te la daré". ¿Qué pide la joven? Lo que su mamá le aconseja. La cabeza de Juan el Bautista. El profeta de profetas. El profeta que vio lo que profetizó. Habló del Mesías y lo conoció en persona. Eso le valió la muerte.


En el día Internacional de la Mujer, creo que no debemos dudar de lo valiosa que es la mujer. Pero la pregunta que nos hace Dios es: "¿Qué quieres Mujer? aún la mitad del reino te la daré". ¿Qué pedirás?