Juan 1: 12 dice: Mas a cuantos lo recibieron (hablando de Jesús), a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
Muchos pasan la vida sintiéndose huérfanos. Otros sienten que hubo un error en los padres que tuvieron... hay preguntas sin respuesta, hay vacío, no hay salida.
La buena noticia es que según el verso de hoy la biblia nos dice que hay una forma de ser hijos de Dios. ¿Cómo? ¿acaso no que todos somos hijos de Dios? La respuesta es no. Todos somos Sus criaturas, El nos creó con amor. Pero luego, hay una condición: recibir a Jesús en nuestro corazón creyendo que Su sacrificio en la cruz fue la forma perfecta de un Dios santo (para ser más exactos, tres veces Santo) para perdonar nuestras muchas fallas y transgresiones en contra de Sus mandamientos.
La buena noticia es que según el verso de hoy la biblia nos dice que hay una forma de ser hijos de Dios. ¿Cómo? ¿acaso no que todos somos hijos de Dios? La respuesta es no. Todos somos Sus criaturas, El nos creó con amor. Pero luego, hay una condición: recibir a Jesús en nuestro corazón creyendo que Su sacrificio en la cruz fue la forma perfecta de un Dios santo (para ser más exactos, tres veces Santo) para perdonar nuestras muchas fallas y transgresiones en contra de Sus mandamientos.
El Padre nos ama. Pero es demasiado Santo como para ignorar nuestra mucha maldad. ¿Qué hacer? Enviar un sustituto que pagara por nuestra maldad. ¿El sustituto? Su propio hijo. ¿El resultado? Su sacrificio fue aceptado por Dios y en señal de ello, El mismo lo revivió por su precioso Espíritu.
¿Cuál es mi parte ahora? Aceptar el regalo. Aceptar Su justicia. Aceptar que por lo que El hizo, el jurado celestial ya no dice ¡Culpable!. Dice: Esta persona era culpable, pero aceptó al Sustituto que Dios envió. Ahora es ¡Perdonado! ¡Justificado! ¡Redimido! ¡Salvado!.
¿Qué dice Dios cuando aceptas a Su sustituto? Ya no eres solo una criatura. Eres mucho más que eso: ¡eres mi hijo! ¡Bienvenido! ¡Te esperé por mucho tiempo! ¡Déjame darte un abrazo!
Sugerencia del día:
Si quieres aceptarlo, puedes decirle: "Señor Jesús, entra a mi vida. Gracias por pagar mi deuda (bastante alta por cierto). Papá Dios, gracias por enviar a tu hijo, qué gran muestra de amor. Ahora soy tu hijo y tú, mi padre. Te amo"
Si quieres aceptarlo, puedes decirle: "Señor Jesús, entra a mi vida. Gracias por pagar mi deuda (bastante alta por cierto). Papá Dios, gracias por enviar a tu hijo, qué gran muestra de amor. Ahora soy tu hijo y tú, mi padre. Te amo"
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